Fueron jóvenes ejemplares que, a sus 23 y 24 años, se preparaban como alumnos de esta institución para transformar el país. Cada uno en lo individual y ambos como amigos cercanos, reunían las mejores características de la juventud mexicana: después de graduarse de sus estudios profesionales en Saltillo, su perseverancia, esfuerzo y ganas de trascender los llevaron a obtener becas de excelencia para cursar estudios de maestría y doctorado en el Tecnológico de Monterrey. Desde sus natales Todos Santos y Saltillo, vinieron a Nuevo León a seguir desarrollándose y perseguir sus sueños en nuestras aulas y en nuestra comunidad.